Cuando el calor aprieta y el cuerpo pide frescura, pocas cosas resultan tan reconfortantes como una buena sopa fría. El tarator, originario de los Balcanes y especialmente popular en Bulgaria, es una deliciosa mezcla de yogur, pepino, ajo, eneldo y nueces que se sirve bien fría, casi como un abrazo refrescante desde la cocina tradicional.
Aunque a primera vista recuerda al tzatziki griego, el tarator se toma como sopa y tiene un carácter propio: ligero, sabroso y sorprendentemente saciante. Es perfecto como entrante en días calurosos o incluso como plato único para una cena ligera.
Además, es tan fácil de preparar que en apenas 10 minutos puedes tenerlo listo para disfrutar… ¡y repetir! Sigue leyendo y descubre esta joya culinaria que merece un hueco fijo en tu verano.
Ingredientes:
1 pepino grande
500 g de yogur natural (mejor si es tipo griego)
1 o 2 dientes de ajo
Un puñadito de nueces (opcional)
Eneldo fresco o seco al gusto
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Agua fría (para aligerar)
Preparación:
Pela el pepino y rállalo finamente. Puedes escurrirlo un poco si suelta mucha agua.
En un bol grande, mezcla el yogur con el pepino rallado, el ajo machacado, las nueces picadas (si usas), el eneldo, un chorrito de aceite y sal al gusto.
Añade un poco de agua fría hasta que tenga la textura que más te guste: desde crema espesa hasta sopa más líquida.
Guarda en la nevera un rato antes de servir. ¡Fresquita y deliciosa!
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