Cuando te ofrecen la posibilidad de hacer un viaje en buena compañía y encima a un destino que llevas tiempo queriendo conocer la respuesta solo puede ser una, SI QUIERO!!! Esto fué lo que dije sin pensármelo dos veces cuando a principios de este año decidimos escaparnos unos días a Marruecos los 3 responsables más aventureros de este blog: Magdalena junto a su marido Paco, María y un servidor, Sergio. Como os dije antes, de esto hace ya unos meses pero llevabamos ya un tiempo queriendo compartir con todos la experiencia gastronómica vivida durante este corto pero inolvidable viaje.
Empezamos nuestra aventura por la ciudad de Tánger. Dicen de ella que es una ciudad de color y contrastes; yo admito que no conseguí " enamorarme " a primera vista de ella. No sé, diría que es como cuando bebes cerveza por primera vez que piensas ... como puede gustarle a la gente una bebida tan amarga como esta, pero despúes de unas cuantas se te acostumbra el paladar y según va pasando el tiempo te va gustando un poco más ( yo conozco casos de gente que ahora no pueden separarse de ella jejeje ) Pues bien nuestra primera toma de contacto con la gastronomía marroquí fué un poco, como decirlo, forzada ... acabamos en un resturante de la Medina de Tánger casi casi por obligación, ya que un señor " desinteresadamente " nos guió hasta la puerta del Hotel - Riad donde nos alojabamos ( a saber la cara de guíris perdidos que llevaríamos XD ) y ya una vez en el hotel, nos " invitó " por decirlo de alguna manera a su restaurante que estaba muy cerca de allí.
Una vez en el restaurante decorado con azulejos de clara influencia árabe, nos dejamos aconsejar por el dueño. De sobra queda decir que la gastronomía de Marruecos se conoce por el contraste de sabores dulces y salados, además de estar llena de sabor y aroma. Nos sirvieron los platos típicos de allí entre los que se encontraban una Sopa de tomate que picaba bastante, el Tajine; consistente en un estofado de carne de pollo ó de cordero con verduras y aceitunas, y los ya conocidos Pinchos Morunos aderezados con especias de un sabor increíble junto con el cus - cus. Tengo que hacer una mención a parte de uno de los platos que han conseguido volverme loco ( no solo a mí que conste ... verdad María ?? XD ) y engancharme de verdad a su sabor, la Pastela Moruna que se hace con carne de pichón, almendras y huevo, luego la cubren con canela y azucar en polvo, de verdad INCREIBLE. No hay que insistir en que nos quedamos bastante satisfechos y más cuando conocimos el precio de todo. Como habréis imaginado es bastante económico en comparación con un menú de similares características en Europa. Como colofón nos invitaron a un té a la menta y un plato de pastas de hojaldre con miel y almendras ( para los golosos como yo no hay palabras para describir las sensaciones :P )
A partir de ahí pasamos a perdernos entre los bazares de la Medina donde los comerciantes ofrecen una gran cantidad de carnes, pescados, fruta fresca, verduras, frutos secos y especias. También existen muchos locales para tomar té de menta, la bebida nacional de allí; elaborado con hierbabuena, té verde y mucha azúcar. Además os aconsejo probar los zumos y batidos naturales que ofrecen en puestos de calle, y pasar a las viejas pastelerías donde comprar dulces y pastas.
Al caer la noche decidimos conocer los bares próximos al paseo marítimo donde disfrutamos de unas cervezas de la región acompañándolas con unas aceitunas aliñadas de distintos sabores muy muy ricos, sonando de fondo música jazz no os digo más :)
Al día siguiente, subimos a desayunar a la terraza del Riad en el que nos alojamos. Solo puedo decir que nos quedamos maravillados del amplio surtido de cosas ricas que nos sirvieron. No puedo saber como eran los desayunos del resto de Riad de la zona pero por lo que pudimos comprobar en éste, son increiblemente generosos: zumo, café, tortitas, quesos, mermeladas y bollos variados ... que más se puede pedir para empezar un buen día con fuerza !!! ;)
A partir de aquí, Magdalena y Paco tuvieron que regresar a España por temas personales y nos quedamos María y yo como representantes blogueros. Decidimos seguir disfrutando de todo lo que ofrece la ciudad, visitando nuevos lugares como las tradicionales mezquitas, las cuevas de Hércules, la ciudad costera de Asilah, etc ... Despúes de estas experiencias compramos los billetes de tren que nos llevarían trás 9 horas de trayecto a la roja ciudad de Marrakech.
Eran las 8 horas de la mañana cuando bajamos del tren. Decidimos desayunar algo en el Riad donde nos alojamos y nuevamente nos quedamos increíblemente satisfechos con la cantidad de comida que nos ofrecieron. Los desayunos fueron de 10. Pudimos degustar mermeladas caseras de naranja, ciruela, higo, albaricoque, frutas variadas como plátanos, pomelos, también yogur y tortitas. Como podéis imaginar teníamos suficientes energías para cruzar el desierto del Sáhara o escalar las montañas del Atlas pero en vez de eso nos bajamos el listón y decidimos conocer solo la ciudad jejeje.
Laberíntico e increíble es el Zoco lleno de puestos con mezcla de olores y amplía oferta de especias, condimentos, guarniciones y alimentación en general. De aquí me llevé un especia que me encargo una compañera de trabajo y que nunca había probado llamada Ras al Hanout, se obtiene de la mezcla de otras hierbas y especias ( entre 4 y 30 ) que os recomiendo la probéis en cuanto tengáis la oportunidad. Desde aquí le doy las gracias por informarme de su existencia porque al igual que con el curry, ahora ya no puedo dejar de utilizarla en los platos.
Ya para cenar decidimos pasarnos por uno de los numerosos puestos de comida que al caer la noche se instalan en la conocida plaza de Yamaa el Fna. Concretamente fuimos a disfrutar del puesto 34 donde trabaja un amigo de un amigo ( ya sabéis como funciona esto de los contactos : P ) y donde nos trataron genial. Comimos nuevamente platos típicos del país como el Tajine, y como no la deseada Pastela Moruna. A parte de comida tradicional también se puede disfrutar de comida más “ corriente “ para los que no quieren probar nuevas cosas. Las cartas disponen de platos más sencillos como raciones de patatas fritas, calamares, brochetas de marisco y verdura a la plancha, etc... El trato recibido fue muy bueno así que no puedo dejar de recomendarlo.
Los siguientes días fueron de turisteo y caminatas; visitamos los pueblos bereber, conocimos nuevas gentes y nos dejamos encantar un poco más si cabe por una ciudad realmente de cuento. A partir de aquí y muy a nuestro pesar nos preparamos para el retorno a Madrid.
Entre nosotros, podría haberos contado historias más divertidas de como nos perdimos en la Medina de Tánger el primer día y como estudiabamos el plano para memorizar los númerosos callejones por los que debiamos pasar para llegar al hotel sin perdernos por la noche del miedo que llevabamos en el cuerpo; podría haberos contado como lo pasamos compartiendo camarote de tren durante las largas horas de viaje a Marrakech con nuestros compañeros irlandeses que emanaban aromas no precisamente exóticos; ó podría haberme detenido a contar como se puso con nosotros y lo que nos dijó un vendedor del Zoco de Marrakech cuando quisimos comprar un bolso de cuero que no lo había del color deseado y para oscurecerlo decidió vendernoslo pringándolo en aceite de oliva que podiamos usar para aliñar 15 ensaladas ... como os digo podría haber contado mil y una experiencias, podría ... pero la verdad ... me ha entrado hambre!!!!! jejeje ... Espero os animéis a visitar este precioso país tan cerca de nosotros y a la vez tan diferente, y que va más allá de los locales de Quebab y teterías a pie de calle que encontramos por España ^__<
Saludos y hasta pronto!!!
me ha encantado tu entrada sobre Marruecos y al igual que tú invito a toda la gente a conocerlo y acabarán enamorándose de este hermoso país que bien lejos está de lo que conocemos de ellos en España. El próximo mes viajaré de nuevo a Tánger, ya es la 3ª vez y creo nunca me cansaré
ResponderEliminarPrecioso artículo Sergio, enhorabuena!!! yo tb he visitado ese país muchas veces y todavía tengo la sensación de que me queda mucho por ver y disfrutar,se lo aconsejo a todo el mundo. Besitos
ResponderEliminarMuchas gracias Nora y María. Esta claro que el que viaja a Marruecos vuelve con la sensación de regresar algún día. Yo lo haré en cuanto tenga la posibilidad de nuevo. Y ya sabeis si descubris algún sitio nuevo donde disfrutar de su gastronomía no dudeis en avisarme!! Besazos ^____^
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